La amapola.
Érase una vez una amapola
no se abría ni de noche ni de día.
Cuando su dueño se dio cuenta
cogió la planta
y de cabeza a la basura.
El unicornio
Un unicornio blanco y malva galopaba
por el campo.
Se puso a comer hierba
pero su cuerno no le dejaba.
Así que se lo despegó
Y desde entonces es
Un caballo blanco y malva.
La alegría de la Luna
Cuando el Sol salía
en ese instante la Luna se recogía.
Y el Sol le preguntó:
¿Por qué estas tan contenta?
Porque noviembre y octubre
no hay mucha gente
y se marcharon,
pero ya llega mayo y junio
y hay mucha más gente como de costumbre
y todos me ven como la más bonita y redondita.
El caracol
Érase una vez un caracol
era el más lento de su grupo.
Pero un día se le ocurrió
que si ir encima de su amigo el sapo
le haría más rápido.
Un día lo probaron
y el caracol acabó llorando.
sábado, 10 de noviembre de 2007
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